Tras seis años de no visitar la ciudad y más de diez años sin una placa discográfica que promocionar, The Cure regreso para dar un concierto único, reviviendo lo mejor de su álbum Desintegration (el cual cumplió 30 años de haber sido lanzado), clásicos que nos encantan y sobre todo algunos tracks poco conocidos que han sonado mucho en su reciente gira.
Fotos: Lulú Urdapilleta
Pesé que me perdí la actuación de Twilight Sad (una banda recomendadisima para los fans de La Cura) y con bajas expectativas de un show largo, no murió mi emoción al acceder al Foro Sol, al contrario, iba más que animado. Solo nos tomó un momento para llegar a nuestros lugares, poco después de las nueve de la noche, las luces se encendieron, iluminando un mar de gente que abarrotaba el foro.
Y ahí estaban, liderados por Robert Smith, sin titubeos y sin pretensiones, acomodándose en sus lugares. La noche comenzó con “Plainsong” y desde ese momento todo todos comenzamos a gritar.
Robert Smith tomo un momento para hablar sobre su regreso, sabiendo lo popular que son en nuestro país, con la promesa de vernos de nuevo.
Clasicos como “A Night Like This”, “Never Enough”, “In Between Days”, “Just Like Heaven”, “Want”, “Push” y “A Forest” nos pusieron a cantar junto a Robert Smith y su banda, disfrutando cada riff de guitarra y bajo. La noche se puso algo más oscura, con “39”, “Burn”, “From the Edge of the Deep Green Sea”, “Play For Today”, “Primary”, y “Shake Dog Shake”, algunos de estos temas jamás pensé que los veríamos en un set en esta parte del mundo, con tracks de culto. Asi mismo para celebrar el mejor álbum que la banda ha construido, pudimos apreciar “Pictures Of You”, ”Last Dance”, “Fascination Street”, “Prayers For Rain” y “Desintegration” después de la cual se dieron un descanso.
Ha sabiendas que habría un encore, Smith salió para anunciarnos que el decidiría cuando seria el final de este concierto, inmediatamente volvieron los demás para seguir la fiesta, haciéndonos bailar con “Lullaby”, “The Caterpillar”, “The Lovecats” y “Hot Hot Hot”, con una guitarra acústica, Smith parafraseo el verso de “Friday I’m In Love” momento que más emociono a los fans, “The Walk”, “Cose To Me” y “Why Can’t I Be You?” con Smith descansando de la guitarra por ratos y moviéndose de un extremo a otro del escenario.
La noche acabo con un segundo Encore, “Three Imaginary Boys”, un clásico de su primer álbum, “Boys Don’t Cry”, “Jumping Someone Else’s Train” y “Killing An Arab”, despidiendo definitivamente este show.
Anoche pudimos ver a un Robert Smith contento, a gusto de estar con nosotros y acompañado del mejor sonido que cualquier show del año haya traído a México, Smith nos dedicó cada uno de sus temas con gran entusiasmo, haciéndonos saber que nunca es suficiente para el.
Un gran set de tres horas con momentos nostálgicos y vividos con The Cure.
