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Faro en las calles

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Adán "El Amador" Jodorowsky
El segundo concierto en el mes de Marzo, realizado en el Plaza Condesa, nos dio mucha inspiración, nos dejó un cambio de expectativa hacia la imagen de Adán, desde el cambio de su música, hasta en el mismo nombre, se esperaba más del artista, no fue verídica la información hasta finalizar justamente a las 22:03 hrs del paso sábado 10 de Marzo. Fotos: Óscar Villanueva
El segundo concierto en el mes de Marzo, realizado en el Plaza Condesa, nos dio mucha inspiración, nos dejó un cambio de expectativa hacia la imagen de Adán, desde el cambio de su música, hasta en el mismo nombre, se esperaba más del artista, no fue verídica la información hasta finalizar justamente a las 22:03 hrs del paso sábado 10 de Marzo. Fotos: Óscar Villanueva
Con un inicio malo, por cuestión de audio, la gente no tuvo mucha aceptación las primeras dos canciones, 17 minutos de abrir la pista de baile, le tocó. Ahora si como quien dice, calentar motores y aguantar vara, con el paso de los temas, movió algunas sonrisas, y se ganó el aplauso del público. Aunque hay que decirlo, nadie lo corrió, nadie lo abucheo, y todos se tomaron el tiempo para escuchar la propuesta.

Previamente, en la conferencia de prensa, supimos que la actitud de Adán era distinta, más abierto en sus palabras, pero queriendo guardar misterio sobre su show (casi sarcástico), descaradamente, y sin temor, anunciando que Esencia Solar sería el protagonista del setlits, anunciando a Larregui y Devendra Banhart.

No fue un concierto sold out, a pesar de haber tenido varias promociones en taquilla, como 2x1 o el disco físico de regalo. Pero sencillamente fue algo más íntimo, y mejor, la última presentación que recuerdo de él, fue en el Lunario, algo distinto a lo que viví este fin de semana, aún no cambiaba a esta nueva etapa, la acústica del lugar era distinta, las canciones más oscuras y llegadoras para los que se encontraban en momentos de su vida más deprimidos (historias fidedignas y aclaradas por el mismo Adán); momentos de fiesta, baile, alegrías y euforia se sintieron en el escenario, de principio a fin.

Un cambio notorio, al parecer, la felicidad es más auténtica y verdadera de cómo se escucha, en verdad, me alegro de ver a un Adán renovado, en donde ahora sus palabras emanen alegría, canciones como “Estoy Mal”, no fueron la mismo, una interpretación distinta de lo recordado, las tres canciones que enmarco de este concierto las enlisto así porque conmovieron en vivo, fueron las preferidas del público, y tuvieron invitados especiales:

You Are The One” a dueto con Devendra Banhart ; un Adán más carismático que se tomó la libertad de trolearnos como público, al asustarnos con que “…yo quería tener a Devendra aquí pero su vuelo no pudo llegar”. Y no fue un chiste de mucho tiempo en seguida, Devendra salió después de un montaje instantáneo de su mesa, aunque algo serio y poco expresivo, fue un deleite para todos.

Niña Roja”: pocos artistas demuestran una expresión de amor más extravagante y original (porque sonará un poco falso decir único y especial), hablando con el público, explicando detalladamente, el motivo de su felicidad, abriendo como Moisés un mar partido en dos, buscando con su voz a Nicole (su esposa), pidiéndole que subiera al escenario, algo que dejaba opacados a los hombres acompañados por su pareja, ninguna mujer volverá a creer las palabras melosas de cualquiera que las intente seducir. Nicole parecía un poco apenada, ya que no mostraba su rostro, por supuesto que acepto estar con Adán, abrazarlo y besarlo, mientras él le cantaba frente a unas 2000 personas y agradecía por los bellos momentos y por su nueva inspiración, su hijo.

Vagabundos de Otro Mundo”; como cronológicamente planeado, justo, después del tema mencionada anteriormente, Larregui sin anuncio, hizo acto de presencia, y todos ya sabíamos de qué se trataba escuchando la música de fondo. Bragas mojadas, gritos de féminas, y coros desafinados se sintieron debajo del techo del inmueble, de lo más esperado (hablando generalmente).

Sin duda, experimentamos un cambio notorio, más alegría, más baile, un Adanowsky (Adán pues), que mostraba carisma, un tono de voz más afinado, y por supuesto, una gran conga improvisada, que hizo revolver como huevos al público. Canciones como “Vivir con Valor” “Sólo Falta lo Mejor” y en “Color Café”, todos obedecimos levantando la mano como sonaja y gritando “¡Colooor, Caaafé, Como como color Caféééé!.