Este año, el Plaza Condesa dio apertura a otro tipo de espectáculos ajenos a los musicales, Daniel Sosa uso este espacio para elevarse a un siguiente nivel y ahora, fue turno de Alex, sacando material de su programa “La Liga de los super amigos” y dejando aún lado los deportes. Un hombre de aproximadamente 40 años, que usa referencias tanto ochenteras como noventeras, fue un factor a su favor, ya que la mayoría de sus espectadores eran de edad 4º´s y muy pocos de menores de 18.
Abriendo esta gala de la nueva oleada de comedia, tenemos a un favorito de todos, Mau Nieto, que desde que dejo de ser azteco, sus dotes de comediante avanzaron estrepitosamente. Una rutina un poco más elevada de lenguaje, y con otro tipo de comedia, hizo reír a la gente mayor de edad (porque también asistieron viejitos), aunque se usa mucha grosería en su vocabulario, no era nada comparado con Daniel Sosa, retornando a su primer gran foro, este joven talento nos hizo más empáticos a la generación 90´s y de la gente que está más acostumbrada a ver memes en Facebook.
La ventaja de shows de stand-up es la aceleración, al no ser un cambio tan complicado técnicamente, se siente una ligures y dinamismo (claro, si te gusta reír), era la gran presentación; si en un futuro el señor Fernández domina un Auditorio o Arena Ciudad de México, este primer instante fue el inicio de su éxito. Nunca me había tocado ver el Plaza con asientos, supongo que es cansado ver una rutina parado, y no niego que haya pasado antes, pero fue lo más extrañamente visible para mí. En fin, después de los chistes de caca y San Judas en bici, damos paso a los tazos silver, los chistes de la primera peda, los grupos de whatsapp y el ska de panteón rococó. Es difícil reseñar un show de comedia, no podemos citar todos los chistes, pero si ustedes tuvieron la oportunidad de estar presentes, podrán acordarse de mejor manera y hasta, quizá, replicarlos. Nos quedamos con un final de lágrimas, en donde después de detallarnos su situación familiar y cerrar con un chiste blanco, pidió un aplauso no para el amor ni para él mismo, sino para su hermano presente cuyo año fue de batallas en cirugías para combatir un cáncer. Aplausos de pie fue lo que terminó el primer gran show de una cadena de sould out.