Checa la reseña del magnífico show de ayer con Catfish por nuestra reportera Noemí Hernández. FOtos: Diego FIgueroa
Martes, un día cualquiera para muchos, pero no para los fans de Catfish and the Bottlemen, quiénes por fin verían a su banda favorita en su primer visita a México. Ser fan from hell no es nada sencillo, a veces uno hace muchas locuras por estar cerca y no perder detalle de lo que nuestros ídolos hacen. La aventura para los chicos del club de fans inició desde antes de su presentación, fueron a recibirlos al aeropuerto, Van y compañía tomaron este detalle de la mejor forma, así que pudimos ver fotos en redes sociales de los orgullosos fans.
El plaza sería el recinto que nos regalaría una explosiva noche, sin invitados y de manera puntual, a las 9 pm vimos al cuarteto hacer suyo ese escenario, y de qué forma. Longshot fue la melodía que abrió la noche, esta canción es la primera del álbum más reciente y para sorpresa de la banda todo el público la coreaba de manera unísona, fue como si una recarga de energía llegara a Van, Bondy, Benji y Bob.
De fondo teníamos una manta con la portada su último material “The Balance”, el arte de sus portadas fue algo que me cautivó desde que conocí a la banda, su sencillez, estilo y continuidad ha hecho que ahora podamos reconocerlos con facilidad.
Durante todo el concierto el público cantó, brincó y bailó con una pila envidiable. Catfish se entregó por completo en cada canción, podíamos ver las caras de felicidad del cuarteto al ver la reacción de los fans. Van brincaba por todo el escenario, seximente bañado de sudor y tocando la guitarra cual rockstar nos dejaba atónitos.
La noche avanzaba, ya habíamos escuchado "Pacifier y Business", pero la cosa se ponía seria y sonó Fluctuate, por lo que sabíamos que el show se estaba acabando. La canción que se robó la velada fue Cocoon, qué ganas de tener a tu crush cerca para tomarlo de la mano mientras esa joya musical sonaba de fondo, el público cantó con todo el corazón.
Durante toda la presentación comprobamos que los chicos son de pocas palabras, pues fue poco lo que dijeron, su comunicación con los asistentes era 100% musical, la ocasión en la que Van tomó el micrófono fue justo para presentar la última melodía Tyrants y agradecer al público por asistir. Así concluyó el martes en el Plaza, y definitivamente Catfish and the bottlemen es una banda que nos gustaría ver de nuevo en México, y que nos atrevemos a decir sería un hit en festivales.