Varios asistentes anticiparon la entrada al evento, aquí surge una historia algo inusual, cuando el reloj marcó las 9 en punto, muchos ya esperaban a la banda, pero sólo se observaba a un chico de staff, probando los instrumentos, la necesidad del público para distraerse fue tan grande que aplaudían al chico del staff por hacer su trabajo, cuando el agarraba la guitarra, todos aplaudían y chiflaban, esto lo cuento al principio para que puedan guardar este momento que pareciera no tener relevancia.Acertado inicio con “Repeat After Me”, como la mayoría del público era femenino, los máximos niveles de decibeles se alcanzaron con sus gritos, supe que sería una experiencia agradable cuando escuché todos los instrumentos ecualizados y bien distribuidos, una batería potente pero no saturada, las guitarras con suavidad pero el volumen adecuado para hacer resonar, un acordeón (que a veces era interrumpido por otros instrumentos pero de ahí, no me quejo), todo bien sincronizado. Lo que me fascinó de inicio a fin, fue la puesta en escena, el cuarteto compartido con los micrófonos. Al paso del tiempo, el concierto nos hacía saltar, cantar, o simplemente movernos con temas como “I Want It Free,I Don´t Mind y Hey I Don´t Now”, pero no se olviden de lo que les conté al principio. A mitad del espectáculo, Kongos tocaba una canción tributo Beatles con mezcla de otra canción ya conocida de Eminem (para mejor referencia buscar el video en nuestras redes sociales), pues en esta canción, el chico del staff salió con su mismo atuendo pero ahora con micrófono en mano, a proyectar unas rimas en plena canción, todo con consentimiento de la banda, esto es lo más raro que he visto en un concierto, al chico del staff que se chiveaba con los aplausos del público, ahora rapeando en pleno concierto.Después de ese evento descabellado, canciones más populares dieron paso a una conclusión, “Come With Me Now”, “Take It From Me” y la cereza del pastel, “I´m Only Jocking”, en esta última, todos levantamos las manos y las dirigíamos de izquierda a derecha, simple pero bello. Un concierto agradable, pero todo eso se arruinó al final, cuando todos los asistentes querían retirarse que las puertas de salida tenían cola por exceso de gente esperando salir al mismo tiempo, el único conflicto de la noche, en conclusión, Kongos lo dio todo para el público que espere más de ellos, el mexicano.