Redes sociales

Faro en las calles

­­

­

­

­

­

­

El Rencuentro Esperado
Disney logra consolidarse como la mayor casa de entretenimiento y emociones al llevar una película live action a la pantalla grande sin dejarla en ridículo. Acompáñanos a reseñar esta historia.
Disney logra consolidarse como la mayor casa de entretenimiento y emociones al llevar una película live action a la pantalla grande sin dejarla en ridículo. Acompáñanos a reseñar esta historia.
Reseña por @Luck_sky100
Marc Foster es un director multi experimental, donde el trabajo animado no estaba en sus planes, pero los estudios Disney le confiaron una parte sensible y algo fuera de su cotidianidad, los resultados, Trabajos como Guerra Mundial Z o 007: Quantum nos darían a pensar que esta cinta sería algo agresiva o fuera de contexto con la narrativa del Bosque de los Cine Acres; la realidad es que, como a todos nosotros que fuimos a ver esta cinta, Marc encontró su recuerdo de ternura y supo aplicarlo en una era donde los niños dejaron las historias de animalitos y moralejas por superhéroes, acción y una clasificación B-30.
Vamos por partes, las actuaciones. Ewan McGregor es perfecto para historias de romance y familiares, un personaje que pocas veces vimos en las historias de Winne the Pooh, muchos recordamos que el verdadero personaje central era él y no el oso. Muchos de los que crecimos con las aventuras en DVD o películas del sábado en el 7, nos encariñamos con Tigger, Pooh, Piglet e Iggor.
Las voces en su idioma original son verdaderamente variables, teniendo a Peter Capaldi como Conejo y Toby Jones como Piglet. Pero afortunadamente para los latinos, encontramos esas voces que fácilmente reconocemos y recordamos, Humberto Vélez reencarna en el osito bobito, una sensación de emoción y nostalgia porque por lo menos en las series latinas, él fue la voz oficial por años. Al igual que el papel de Yamil Atala como Piglet (o puerqquito), recordando cabalmente las personalidades de cada uno, un cerdito miedoso con pánico a todo, un Tigger imperativo con egolatría, un burro depresivo sin necesidad de actuar por la vida.
Señales como la batiseñal nos son presentadas y expuestas como algo inolvidable donde el público (en su mayoría adulto), recuerda como si fuera ayer. Los ejercicios matutinos de Winne, la canción de presentación de T-I-doble GG-ER, la historia de la caída de la casa de Búho y como no, un giño de cuando Pooh se atoró en el agujero de Conejo. Una película que quiso respetar el escenario de historias literarias del siglo XX (sí, Pooh inició como historias de libros gráficos).
La trama y eje de la historia inicial es simple y hasta muy absurda, pero recordemos que hablamos de una historia con inocencia y dirigida a un público abierto a los valores. En un mundo real, donde era post Victoriana nos hereda los avances tecnológicos y conflictos geopolíticos, Christopher crece como cualquier niño de inicios del siglo XX, antes de ser un ex soldado y oficinista, descubrió el amor y pudo procrear a su hija, después, los problemas financieros lo esclavizan en el concepto más odiado por los socialistas, el capitalismo se adueñó de él.
¿Se acuerdan de los Efelantes y Uartas? Esas criaturas que succionan la felicidad y su único propósito es la infelicidad. Bueno, eso sin dar spoilers, es el motivo que hace que Pooh se adentre a un mundo desconocido, para buscar a su amigo infantil Christopher, tras una puerta de árbol, Winne por asares del destino, llega hasta Christopher, la sinopsis la pueden ver o leer en cualquier lado, el punto aquí es el recordar y revivir las aventuras de su infancia con sus amigos de felpa.
Son esas moralejas que se intentan recuperar. Estamos viviendo en un mundo más moderno que en de aquel entonces pero el estilo de vida es el mismo, nos enfocamos más en como poder trabajar, los problemas financieros son más preocupantes y dejamos de lado a la familia. Hablamos de como se nos es robada la inocencia e infancia, la escuela no es más que un simple tutorial para emprendernos en un ámbito laboral. Muchos conflictos se nos son presentados, todos, empáticos con el público que la fue a ver por convicción, porque el público verdadero no eran los niños, estos sujetos están creciendo con Gravity Falls o los Avengers. Hasta los Millenials conocimos al Pooh auténtico, por eso no se siente raro al ver a muchos sacar lágrimas.
Sería un poco aburrido continuar hablando de cosas positivas tanto con el guion y las actuaciones, pero hay unas cosas que se deben reconocer, es que fue un punto acertado sin la necesidad de regresar a los orígenes de la pandilla del oso más famoso.
Christopher Robin: un reencuentro inolvidable, de Disney - Tráiler

Procesando video...