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Premios Fénix 2018: Cine iberoamericano en alto vuelo y en llamas
“Todo nuestro cine (El nuevo cine latinoamericano) tiene una profunda raíz de protesta y fue constante en la resistencia; pero -usando una palabra muy peligrosa y enorme- también es un cine de sueños. Si te preguntás íntimamente por qué esa protesta, por qué corromper los valores de una sociedad injusta, bueno, es para cambiarla. Detrás de todo esto hay un sueño de justicia, igualdad y belleza; un sueño rebelde que no acepta la mediocridad, el conformismo o a esa realidad que, aun teniendo enormes potencialidades, no es lo que tendría que ser...”- Fernando Birri, cineasta argentino, Nuevo Cine Latinoamericano
“Todo nuestro cine (El nuevo cine latinoamericano) tiene una profunda raíz de protesta y fue constante en la resistencia; pero -usando una palabra muy peligrosa y enorme- también es un cine de sueños. Si te preguntás íntimamente por qué esa protesta, por qué corromper los valores de una sociedad injusta, bueno, es para cambiarla. Detrás de todo esto hay un sueño de justicia, igualdad y belleza; un sueño rebelde que no acepta la mediocridad, el conformismo o a esa realidad que, aun teniendo enormes potencialidades, no es lo que tendría que ser...” - Fernando Birri, cineasta argentino, Nuevo Cine Latinoamericano
Texto: Jimena Colunga Gascón
Foto: @luck_sky100
Esto de los premios al cine es un asunto un tanto ensombrecido. Desde las competencias locales en provincia hasta los internacionales con nombres rimbombantes y harta exposición mediática, la mayoría de ellos premian películas que no se han exhibido, o sea, se trata de evaluaciones de “gente del medio” para “gente del medio”, pasando por alto la experiencia del público. Lo que generan es reputación para los filmes y sus autores, cartas de presentación para exhibidores y espacios de proyección, de manera que uno, a nivel espectador, no podría (genuinamente) emocionarse por el premio a uno u otro.
En esta ocasión, hablamos de los Premios Fénix, que, si bien adolece del mismo mal antes mencionado, tiene la muy plausible particularidad de premiar al cine iberoamericano contemplando a Portugal dentro de sus categorías.
Promovidos por Cinema23, una especie de club de expertos iberoamericanos de distintas áreas de la creación cinematográfica, los Premios Fénix celebran lo más interesante de los largometrajes producidos en esta región del mundo que definitivamente comparte una identidad particular. Largometrajes de distintas nacionalidades y géneros compiten por los reconocimientos, así como series de televisión (¿?) cinemáticas en distintas categorías, además de celebrar el trabajo trascendental de diversos creadores celebrando una trayectoria representativa.
Como decíamos en un principio, la mayoría de estos filmes no fueron vistos antes de asistir a la premiación, sin embargo, un poco de investigación da cuenta de la línea que siguió la competencia este año. Realizados el pasado 8 de noviembre, en la Ciudad de México, cerrando una cuadra entera de Donceles, donde se ubica el Teatro de la Ciudad, Esperanza Iris, los premios contemplaron 93 largometrajes y 36 series en la preselección para participar en sus 13 categorías. 6 filmes de ficción, 2 documentales y 7 series fueron exclusivamente mexicanos.
Sin embargo, las nominaciones y los premios giraron alrededor de 2 películas clave: “Zama”, de la directora argentina Lucrecia Martel, es una coproducción Argentina-Brasil (mayoritariamente) y, basada en la novela original de Antonio Di Benedetto, habla de las aventuras de Diego de Zama, un funcionario de la Corona española que, varado en una isla exótica de Latinoamérica, espera una carta con instrucciones que nunca llega. Encarnado por el siempre excelso Daniel Giménez Cacho, Zama pasa por distintas aventuras en una película de época que ya ha sido seleccionada para participar en los Premios Óscar en la categoría de Mejor película de habla no inglesa.
En los Premios Fénix tuvo 8 nominaciones de las cuales ganó en las categorías de Diseño de Arte, Edición, Fotografía de Ficción y Sonido… nomás.
“Pájaros de Verano” es un largometraje multilingüe de producción colombiana dirigido por Cristina Gallego y Ciro Guerra y narra el nacimiento del narcotráfico en un pueblo rural de Colombia. Con una estética casi documental, la parte fotográfica remite a filmes como “Baraka”, que habla de la multiculturalidad del mundo mostrando muchos de los mejores paisajes de rincones remotos en la tierra. Basada en hechos reales, se antoja orgánica y muy rica en narrativa.
En Fénix, fue nominada 9 veces en las distintas categorías, ganando Mejor actuación femenina, Música original y Mejor largometraje de ficción.
El premio a la Mejor actuación masculina fue para Lorenzo Ferro por El Ángel, largometraje argentino dirigido por Luis Ortega, en una coproducción Argentina– España, que narra la vida del asesino serial Carlos Robledo Puch, en una especie de film noir que también se antoja como película de acción, una especie de “Rockanrolla” latinoamericano en donde Ferro, encarna a esta suerte de ángel maldito definitivamente muy interesante. Cerrando su discurso de recibimiento con “Fuck Trump” y “Fuck Mauricio Macri”, el muy chavito Ferro da cuenta del personaje que es, más allá de la ficción.
Como Mejor Largometraje documental, Fénix premió a “Muchos hijos, un mono y un castillo”, producción española dirigida por Gustavo Salmerón que narra, así, simplemente, la historia de su familia. Protagonizada por su madre, Julita Salmerón, el mejor personaje de todos los premios, habla de la cotidianeidad de una familia española que de repente se hace de mucho dinero (como para comprar un castillo) y las particularidades de tener muchos hijos a lo largo del tiempo. Esta película tan íntima demuestra en Iberoamérica, que hay tantas temáticas y contenidos como uno se pueda imaginar y cualquier historia es susceptible de llevarse al cine si se cuenta bien. Definitivamente, una favorita para ver cuando llegue a las salas de cine.
En el apartado de Series, se premió a “Aquí en la tierra”, temporada 1, como Mejor ensamble actoral (liderado por Gael García y Daniel Giménez Cacho) y a “La Casa de Papel”, como mejor serie del año. Y, ¿cómo no?, si el fenómeno logrado por la producción española constituye la consolidación del formato “serie” como nueva forma de hacer cine televisado. Otras series nominadas fueron “Narcos” y “Luis Miguel”.
Uno de los premios más merecidos fue el reconocimiento a la Labor cinematográfica, otorgado a Luiz Carlos Barreto, de Brasil, quien junto a Nelson Pereira dos Santos y Glauber Rocha, construyeron el movimiento de los 70s que se llamó Cinema Novo, posicionando a Brasil dentro de la corriente del Nuevo Cine Latinoamericano, con historias y estéticas particulares. De ahí en adelante, Barreto ha desarrollado una larga trayectoria de fomento a la cinematografía nacional de Brasil, en una empresa que comparte con su esposa y su hija.
Con estos resultados, cierra esta edición de los Premios Fénix en donde, insisto, lo más importante es el reconocimiento al trabajo de los creadores iberoamericanos que cada vez más se posicionan en el mundo como una instancia de nuevos discursos y nuevos planteamientos para la cinematografía mundial. Que se celebren en México, como pilar del cine de esta región cultural, es francamente inspirador, a pesar de no partir de un proceso de exhibición para ello. A ver cada una de estas películas.
A continuación, la lista completa de ganadores:
- Largometraje de ficción: “Pájaros de verano” (Colombia, México, Dinamarca, Francia)
- Dirección: Marcelo Martinessi por “Las herederas”.
- Actuación femenina: Carminha Martínez por “Pájaros de verano”.
- Actuación masculina: Lorenzo Ferro por “El Ángel”.
- Guion: Laura Mora y Alonso Torres por “Matar a Jesús”.
- Fotografía de ficción: Rui Poças por “Zama”
- Diseño de arte: Renata Pinheiro por “Zama”
- Vestuario: Mercè Paloma por “La librería”.
- Sonido: Guido Berenblum y Emmanuel Croset por “Zama”.
- Edición: Miguel Schverdfinger y Karen Harley por “Zama”.
- Música original: Leonardo Heiblum por “Pájaros de verano”.
- Largometraje documental: “Muchos hijos, un mono y un castillo”, dir. Gustavo Salmerón, (España).
- Fotografía documental: Juan Sarmiento G. por “Central Airport THF”
- Premio Netflix Ópera Prima: “Las herederas”, dir. Marcelo Martinessi, (Paraguay, Alemania, Brasil, Uruguay, Noruega, Francia).
- Premio al trabajo crítico: Luciano Monteagudo
- Premio a la labor cinematográfica: Luiz Carlos Barreto.
- Premio de los exhibidores: “Perfectos desconocidos”, dir. Alex de la Iglesia.
TELEVISIÓN 
 - Serie: “La Casa de Papel” (Temporada 2. España).
 - Ensamble actoral de serie: “Aquí en la tierra” (Temporada 1. México).