“Devil and the Crossroads” es un documental de la serie Re-Mastered, proyectado por el sitio de streaming Netflix. Con una duración de aproximadamente 48 minutos, Devil and the crossroads nos cuenta la historia de Robert Johnson, mítico y legendario guitarrista y cantautor de blues de los años 30, quien ha sido considerado por muchos expertos en música como la mayor influencia folk en el rock and roll.

Este documental mezcla la estructura clásica del testimonio montaje de imágenes animadas que nos hace viajar a los orígenes de Robert. Contado por amigos, familiares y músicos que fueron inspirados por la música de este bluesman, Devil and the Crossroads, hace un recorrido por los 27 años de vida de Johnson, desde su nacimiento hasta su trágica y dolorosa muerte.

La encrucijada, el mítico lugar del Delta que se menciona en Crossroads blues, una de las 29 canciones que grabo Robert, es el parteaguas de la historia, la cual parte de la premisa ¿Cómo un joven sin talento (pues con trabajo podía sostener la guitarra y rasgarla), violentado y olvidado, pudo en un año ser el mejor guitarrista de la historia? La respuesta, ir a la encrucijada y venderle su alma al diablo.

El documental da una idea de cómo fue ello, alimenta y retroalimenta el mito, a la vez que muestra la personalidad o mejor dicho, parte de ella gracias a los testimonios recopilados, mismos que de por sí ya son interesantes para los amantes del blues y del rock clásico, son musicalizados por las canciones de Robert pero interpretadas por sus familiares y músicos consagrados.

Esta herramienta de montaje que mencioné al inicio, ocasionan que las anécdotas e historias y/o mitos contados tengan un mayor peso romántico y puedas cuestionar ¿en verdad, cuantos artistas le han vendido su alma al diablo? ¿Todos tendremos nuestra propia encrucijada?

Posteriormente, este romanticismo se escabulle por unos minutos, ya que se muestra a un Robert famoso, idolatrado y que la fama lo ha vuelto arrogante. Pero ¿Quién podría estar libre de ello siendo un joven veinteañero?

Sin embargo esta arrogancia le costaría caro a Johnson, tan caro como la vida al ser envenenado por “faltar” al respeto a quien no tendría que hacerlo en repetidas ocasiones, tratando de conquistar a la mujer de otro. Su arrogancia no le permitió retirarse y seguir dando blues, pero de haber pasado esto, Robert no sería una leyenda y no hubiese sido el “inaugurador” del famoso club de los 27.

Tras ese envenenamiento, el documental nos deja ver la manera tan dolorosa en la que Robert fue muriendo, tres días de agonía que han sido expuestos visualmente gracias a la animación vintage de esta producción. Estas imágenes logran crear una empatía mística con el espectador, con los fans y con aquellos que no conocían la historia de este gran músico, que tuvo que recurrir cual Paganini, a las fuerzas oscuras (quizás y al vudú) para obtener su fama y este precio le costó nunca estar en paz consigo, ni siquiera el día de su muerte.

Devil and the corssroads es un gran intento acertado para acercar al público a la vida de uno de los más grandes exponentes de la música contemporánea del siglo XX.