Redes sociales

Faro en las calles

­­

­

­

­

­

­

¡MILES, MILES, MILES Fucking KANE!
Entre llegar al sábado con una semana estresante, no poder consolarte con tu chica o mucho peor, saber que no viste el acto un día antes de los Hives en el mismo reciento donde justo ahora estás parado, es doloroso saber que tienes que estimular tu mente con un concierto, la ventaja de este sábado, fue que era el de Miles Kane. Fotos: Óscar Villanueva
Entre llegar al sábado con una semana estresante, no poder consolarte con tu chica o mucho peor, saber que no viste el acto un día antes de los Hives en el mismo reciento donde justo ahora estás parado, es doloroso saber que tienes que estimular tu mente con un concierto, la ventaja de este sábado, fue que era el de Miles Kane. Fotos: Óscar Villanueva

Por @luck_Sky100

Entre llegar al sábado con una semana estresante, no poder consolarte con tu chica o mucho peor, saber que no viste el acto un día antes de los Hives en el mismo reciento donde justo ahora estás parado, es doloroso saber que tienes que estimular tu mente con un concierto, la ventaja de este sábado, fue que era el de Miles Kane.

“¡MILES, MILES, MILES FUCKING KANE!”

Un coro que jamás olvidaré; después de ver el ato abridor de Charlie Rodd, me empiezo a acostumbrar a verlo en el Plaza, creo que es su tercera participación, no me gustan sus canciones, pero es como el aperitivo ya para cualquier show magnífico. Con una impuntualidad ligera de 6 minutos, Miles y su ensamble conformado por Victoria (drum), Dom (bajo), y Nick en la guitarra, puff, perfección en un solo escenario. Miles a pesar de ser un genio caótico y esquizofrénico mentalmente, no es considerado como lo que se debiera, un sex symbol.

Recordé porque toleraba más a Alex Turner, porque es compañero y amigo íntimo de Miles, con proyectos anteriores como The Last Shadow Puppets, era evidente que el potencial no debía quedar en ese grupo, con tres álbumes solista, nos vine a presentar de manera sublime su tercer material “Coup De Grace”, para el cuarto tema en presentar, ya teníamos presencia de “Loaded”. Todo estuvo bien, canciones a sobresaltar de este disco fueron “Coup De Grace, Silvrscream” y en el momento en cuanto llegamos a “Cry On My Guitar”, puff, simplemente con la acción de acercase al escenario, parecía Superman y nosotros unos simples mortales queriendo tocarlo, tan perfecto, y nuestras manos estiradas para intentar que saludara a uno de nosotros.

Nick fue parte vital, ya que al compartir instrumento de la guitarra pero rifándose en los momentos de teclados, era más dinámico para ensamble, pero Victoria, oh la lá, mis respetos y nuevo fan de su trabajo, desde la primera canción explotó cada tarola con golpes tan elegantes pero brutales, un big bang en el escenario, no sabes que te cautivo de ella, su belleza tan sencilla de mujer sin maquillaje, su potencial excesivamente majestuoso con la batería o su gracia al sonreír viendo a los fans de Miles.

Clásicos (aunque aún no cumplen los 10 años), sonaron, entre sus bellezas sonoras “Come Closer”, “Rearranger” y “Give Up”, se llevaron la noche, pero de mis momentos favoritos fue “Colour of the Trap”, desconocidos a lado mío empujándome y yo, simplemente dejándome llevar par la marea de gente tratando de respirar mientras coreábamos “la la la la, la la la la la”, un momento quizás para compartir con alguien especial, o simplemente para reflexionar tu lugar en la humanidad, que este preciso momento, eras tú con la música, de tu artista favorito.

Antes de despedir con la última canción y previo al encore, tuvimos nuestra dosis de “Don´t Forget Who You Are”, ese momento máximo de éxtasis en donde sabíamos que la velada concluiría, pero nos resistíamos a olvidar, dejar pasar a Miles; fueron de los pocos conciertos que en verdad disfruté, desde la segunda canción vi el desmadre delante de mí y no dude en meterme entre los empujones, saltar y tratar de bailar ridículamente. Con tan sólo una hora de duración, recordé otro concierto igual de sublime hace años con los Vacciones en el mismo lugar, en fin, no quería que terminara, pero así fue. Una vez las luces prendidas y volviendo la música de fondo, me resigné a tomar mis cosas del guarda ropa y caminé hacia el metro Chilpancingo con una cara de felicidad, que duró hasta esta hora.

Posdata: Que puta envidia a los que irán a los Arctic Monkys en el Foro, verán a los Hives y a Miles antes.