El pasado viernes tuve la oportunidad de asistir a uno de los eventos más divertidos de este año, fue Dragatitlan, un espectáculo de la comunidad LGBTTTI que muestra la versatilidad de cada artista que participa en al puesta en escena.

Con un lleno total en este gran teatro, Dragatitlan parte de una historia sin historia, con un manejo del escenario completo, cada participante demostró su profesionalismo en el manejo escénico. Más de 150 talentos se presentaron para hacernos reír y en ocasiones molestar, esto gracias al audio, mal ecualizado y que en ocasiones se iba.

Con sketchs llenos de humor negro, dragtitlan toma una mezcla mitológica de la cultura Mexhika y Maya, para contar cada pasó de una drag a través del Mictlan y encontrar la liberación a otro mundo. Simbolismo de la transición del cambio pro el que pasa todo humano y en especial, de acierdo al evento, toda drag.

Nueve son los niveles del Mictlan y nueve son los niveles que durante hora y media acompañamos a las protagonistas de este dragatitlan para poder obtener su cambio espiritual. Acompañados por el coro Gay de la CDMX y por cantantes soprano así como bailarines de alto rango.

Sin ninguna profundidad escénica, Dragatitlan nos cuenta la visión de la vida de una drag en el México actual.

Sin duda, un espectáculo para salir de la rutina y tener una amplia visión de un mundo que ahí ha estado desde siempre, pero que apenas sale a la luz.