El pasado 4 de junio acudí a la presentación de “Kurius, el espectáculo documental del Cirque du Soleil” este magnifico show circense internacional de Canadá traído por Cinépolis.

Realizado más como un levantamiento de imagen, es decir un registro de lo vivido en el evento, que como un documental propiamente, Kurius es un espectáculo magistral, como todo lo que realiza el circo del Sol, con un tema central, en este caso fue las curiosidades, muy parecido a la obra del magnífico Dr. Parnasus. Lleno de surrealismo e ilusionismo, comedia y un desempeño escénico excelso.

Un montaje, como es la costumbre de la producción del circo, que hace recordar el monumentalismo italiano por lapsos, que nos lleva por los diversos estadios de los personajes de la obra, si obra, lo montado en Kurius no solo es un espectáculo circense, sino una puesta histriónica con gran manejo del espacio, en donde le cuerpo dialoga con el público.

Tomas realizadas a multi cámaras no solo nos permitía ver diversos ángulos de lo sucedido en el escenario, sino que por momentos la cámara se mostraba subjetiva, y podrá incursionarnos en el personaje manera interna y por muchos momentos éramos unos acosadores empedernidos, las grúas y los dollys nos permiten entrar también como un asechador, detrás de los personajes que por momentos nos sorprende observando de cerca y nos retan a seguir sus movimientos.

Sin miedo la cámara entra hasta los movientes internos del personaje, se postra en el cielo y en el infierno por momentos (top y nadir) y nos muestra la elevación de algunos personajes a través de una cama elástica que es su herramienta para la realización de acrobacias y posteriormente la cámara se postra en el subsuelo para observar el descenso, sin embargo la cama (tierra) detiene la caída profunda de los personajes.

Compuesto de un diseño de producción surrealista, mismo que es acompañado con música en vivo que va guiando cada escena de la puesta, música que hace recordar a la banda austriaca Angizia, Kurius nos presenta diferentes escenarios, todos comandados por un científico que pone a prueba a todos los habitantes de aquellos locos lugares.

Durante hora y media, Kurius nos sumerge, como su nombre lo indica en la curiosidad, es por ello que sea un científico el que lleve a acabo todas las teorías de curiosidad que los personajes ejecutan tras las pruebas previas del científico. Somos los entes observadores de diversos experimentos dentro de un mundo fantástico que la ciencia no conoce pero que anhela experimentar. La magia del arte y lo científico se unen, así como sucede con la cinematografía. Kurius es una muestra del porque existe la cinematografía. Es una muestra de que la experimentación científica va más allá del laboratorio, puede dar mayores resultados, mismos que ayudan a crear consciencias y a curar las mentes y almas.

Así que si usted no ha tenido la oportunidad de asistir a un espectáculo en vivo de esta índole, este 12 de junio es el estreno de esta magistral obra circense vista desde la óptica cinematográfica. Y sí usted ya ha visto alguna de estas producciones en vivo, no se arrepentirá de experimentar estanueva sensación, misma que lo introducirá a rincones que usted ignora en el mismo montaje que presencio en vivo.